Huye del País Vasco, y se va al lugar donde creció. Pero no encuentra allí la paz y tranquilidad que necesita. Porque en las ciudades pequeñas (o pueblos grandes, según se mire) también ocurren cosas horribles. En este caso, un hombre demente y sin escrúpulos que se dedica a violar y asesinar niñas en las noches de luna llena.
Su misión será encontrarlo, aunque sea lo último que haga en su vida. Como contrapunto a una historia tan macabra, el protagonista vuelve a encontrar de nuevo, entre tanta miseria, la felicidad, reencarnada en la figura de una joven maestra de escuela que le devuelve la ilusión de vivir.
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