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martes, 3 de julio de 2012

Noche de viernes

Mariano, Serafín, Lázaro, José Luis e Ismael son los protagonistas de esta historia. 
Estos cinco jóvenes se ganan la vida en trabajos, trabajos que no les agradan del todo, pero que a pesar de ello deben ejercerlos para poder vivir. Alguno de ellos, Serafín todavía estudiaba aunque pensaba en ponerse a trabajar. 
Cada uno de ellos tenia un problema, tanto familiar como personal, (padres separados, huérfano de padre, padre en paro y alcohólico...) 
Los cinco protagonistas buscaban la libertad. El viernes por la noche, salieron para intentar olvidar y evadirse de la realidad, lo que no les dejaba vivir tal y como les gustaría. 
Mariano habla por teléfono con su padre y le comunica que no podía quedar con él dejándole plantado. Éste buscó una nueva alternativa, llamó a sus amigos y quedó con ellos. 
Ismael y Loli son novios desde hace siete meses. Él tiene que ir a la mili y Loli propone aplazar la relación y no darle falsas esperanzas. 
Lázaro trabaja en un taller. Un hombre ejecutivo, elegante, llamado Ramón le propone que si le arregla la moto le recompensará con dinero, aunque todo esto sucede cuando era la hora de cerrar. 
Serafín quería ser guitarrista y no ser tan tímido e inseguro. 
José Luis trabaja como mensajero. Su padre está buscando trabajo, aunque él dice que es un borracho, y su hermana un pendón. 
Salieron pronto, más pronto de lo habitual, y se reunieron en un bar, el bar de Tomás, situado en la zona donde salían, a tomar la primera cerveza de la noche. 
El ambiente no era el de siempre, pero ellos tenían ganas de fiesta. Llegaron y les comunicaron que hacía unos días habían hecho “una limpieza” (redada) y ya no quedaba droga, así que empezaron a buscar lugares donde encontrar costo. 
Consiguieron un tripi poro sólo consiguió que Lázaro y José Luis discutieran. 
Entraron a un bar. Un chico Árabe les saludó. Dijeron que se lo montaba bien y que trabajaba mucho. Éste vivía en una chabola en las afueras sin agua ni luz en condiciones pésimas. Por el contrario, todas las chicas estaban locas por él. 
La noche se estaba estropeando. Lázaro quería costo y no había nada en toda la ciudad. No tenía rumbo, y además tuvieron una gran discusión. 
Buscaban por bares y bares, y no encontraban, sólo les pudieron dar un par de “anfetas” que según uno de ellos no causaban efectos, así que la desesperación por encontrar droga aumentó. Por cada bar que pasaban, tomaban una cerveza y en un bar de ellos vieron al inmigrante marroquí con una chica y sintieron celos, se acercaron a él para pedirle droga y él les dijo que no tenía, así que sin insistir se fueron de allí sin conseguir lo que querían, pero sí con rabia dentro de cada uno de ellos. 
Su búsqueda continuó, y por uno de los bares encontraron a un tal Guirlache que les recomendó que fueran donde Pototo, amigo de José Luis, que les dijo que no podrían encontrar droga por ninguna parte. 
Estuvieron un rato hablando con dos chicas, Nati y Cecilia y continuaron buscando a Pototo. 
Encontraron a Pototo en el bar Marcha frecuentado a menudo por Serafín porque tocaban grupos en directo. Pototo, al igual que a los demás les dijo que no tenía nada y mientras jugaban al billar les dijo que tendrían cuidado con los nazis. 
Caminaban sin rumbo, cuando se encontraron con un okupa amigo de José Luis llamado Roque. Les informó de que si estaban buscando costo, fueran a casa de Lucas puesto que había una fiesta y seguro pillarían algo. Se lo agradecieron y se pusieron en camino, con esperanza de poder encontrar costo. 
Por el camino, Serafín sintió necesidad por orinar, así que se paró en una calle mientras que sus amigos seguían el camino sin esperarle, aunque se pararon unas calles hacia delante. De repente cuatro “skins” sorprendieron a Serafín y le dieron una paliza. Le atacaron con puños de hierro y demás armas que tenían y al oír a Serafín gritar, los demás chicos fueron a su ayuda. La pelea acabó con los cuatro “skins” en el suelo, y los cinco chicos se fueron corriendo temiendo que los demás pudieran ir a pelear contra ellos. 
Serafín estaba muy herido en el ojo, así que decidieron pasar por casa de Jose Luis donde encontraron en el portal a su padre, borracho y le ayudaron a subir, a lavarse y le acostaron, mientras otros dos se pusieron a curarle a Serafín el ojo. 
Al acabar decidieron seguir su camino, pero todo cambió al ver la chabola donde, Mohamed, el inmigrante marroquí vivía. 
Mariano, Serafín, Jose Luis, Ismael y Lázaro no iban muy bien, es decir, que iban borrachos, así que llamaron a la puerta y chillaron, hasta que Mohamed se asomó y les abrió, algo asustado pero dispuesto a atenderles. Fue en ese momento cuando los cinco chicos le dijeron que les vendieran droga y él dijo que no tenía y que no tomaba esas cosas. Entonces uno de ellos le empujó y entró, cogió una caja fuerte y Mohamed gritaba que no cogiera eso, que era para su familia. Los cinco jóvenes pudieron con él pero de pronto, el marroquí sacó un cuchillo dispuesto a usarlo de defensa. Serafín, que estaba situado detrás de Mohamed, le atacó por detrás animado de sus compañeros, y comenzaron a enfrentarse en una peligrosa pelea. No sabe cómo, Serafín consiguió el cuchillo, y sus amigos le gritaron animándole para que se lo clavara. El colchón de la casa estaba ardiendo, y Serafín, después de haberse enfrentado contra los “skins” no podía ahora hacerse para atrás y no acabar con Mohamed, así que le clavó el cuchillo en el corazón, terminando la vida del joven marroquí. 
Los chavales, salieron de la chabola ya que se estaba desplomando, y huyeron de allí asustados, conscientes de lo que había sucedido. 
Al día siguiente, estos cinco jóvenes tuvieron que empezar a confesar ante los inspectores, contando lo sucedido, cambiando sus vidas por completo.

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