Escena primera.
Comienza en la casa de Max Estrella, un escritor ciego y sumido en la pobreza, este esta casado con Madame Collet. Llega a casa de Max estrella Don Latino de Híspalis, que se encarga de vender sus obras, Latino le explica a Max que ha sido engañado por Zaratustra , el dueño de la tienda, esto hace que Max se enfade y opta por ir a ver a Zaratustra.
Max y Latino llegan a la tienda, donde transcurre la escena, Zaratustra engaña a Max y comienzan una discusión, en medio de esta entra Don Gay, que es escritor de crónicas recién llegado de Londres. La discusión se va desviando de su tema principal y acaban hablando sobre viajes, religión o política e inconvenientes de España.
Escena tercena.
La escena transcurre en la taberna de Pica Lagartos, donde llegan Enriqueta la Pisa-bien, una mozuela golfa que convence a Max para que le compre un décimo de lotería, Max esta dispuesto a empeñar su capa para comprárselo, desde fuera se oyen voces de protesta contra los ladrones los de Acción Ciudadana.
Escena cuarta.
Max y Latino andan borrachos por la calle, entran en un café donde se encuentran a Dorio de Gadex, Clarinito y Pérez, que apoyan a Max y lo elogian, tal vez con ironía, empiezan una charla sobre cosas de intelectuales, poesía y obras de literatura, Max efusivamente comienza una serie de insultos hacia otros poetas. Por el escándalo que estaba montando y por la borrachera, Max es detenido por unos guardias.
Escena quinta.
En esta escena Max llega al Ministerio de la Gobernación, donde esta Serafín el Bonito, acto seguido Max se pone a decir tonterías y a dar voces, lo encarcelan pese a las protestas de los modernistas apoyándole
Escena sexta.
En la cárcel Max se pone ha hablar con otro preso, es un obrero catalán, que la única solución que propone para España es acabar con la riqueza y hacer una revolución. Max le da toda la razón, pero llega la hora del preso, que estaba condenado a muerte, Max llora de impotencia y finalmente queda solo en la celda.
Escena séptima.
Los modernistas van al periódico “El Popular” para buscar una solución al incidente de Max, pero el periódico se niega, transcurre el tiempo en una charla entre Don Filiberto y los modernistas. Finalmente el encargado les dice que puede hablar con Gobernación para que Max quede libre.
Escena octava.
Max habla con un cargo de Gobernación, antiguo amigo, para hacer que castiguen a los guardias, que por culpa de ellos había sido torturado. Pero no consigue nada mas que hablar con el Ministro.
Escena novena.
Max y Latino se encuentran con Rubén Darío en el café Colón, cenan juntos y hablan sobre Dios, la iglesia y la Biblia, Rubén cree en ello, pero Max cree que es una estupidez, que no existe vida después de la muerte. Rubén recita uno de sus versos y siguen bebiendo.
Escena décima.
Max y Latino salen del café y se encuentran con unas prostitutas que estaban en la calle y se comienzan una conversación, Latino se va con una de ellas, mientras Max habla con la otra, esta le provoca, pero Max no cae en la tentación.
Escena undécima.
Max y Latino siguen caminando por la calle, donde encuentran un revuelo y una mujer gritando desesperada con su hijo muerto en los brazos, la mujer esta enloquecida y pide justicia y su propia muerte. Latino piensa que esta exagerando y Max piensa que es una gran injusticia, la escena termina con el lamento de Max, su agobio y de nuevo su impotencia. Y cree que ha llegado su hora.
Escena duodécima.
Max llega con latino a la puerta de su casa , Max queda tumbado, y Latino cree que esta durmiendo la borrachera y se va llevándose su cartera, una vecina encuentra a Max, que no estaba dormido, sino muerto.
Escena decimatercia.
El velatorio de Max, se hallan Madame Collet, la hija de ambos Claudinita y los modernistas, Madame Collet piensa que Max ha muerto por su vida de bohemia, y su mala vida. Después llega Latino, borracho y empieza a decirle elogios y disparates al muerto, también llega un amigo de Max, Basilio Soulinake, que piensa que Max no esta muerto, sino que sufre un estado de catalepsia. Finalmente llega el cochero y se lleva a Max.
Escena decimocuarta.
Entierro de Max, donde se encuentran entre otros Rubén Darío y el Marqués de Bradomín, personaje de las Sonatas de Valle-Inclán, y dialogan sobre lo injusto de la muerte del poeta. Rubén se muestra algo optimista a diferencia del Marqués pesimista. Acaban despidiéndose y marchándose del cementerio.
Escena última.
Taberna de Pica Lagartos, Latino esta borracho y no para de elogiar a Max Estrella, estando en la taberna hablando se entera que la hija y la esposa de Max, Madame Collet y Claudinita se han matado, Latino acaba diciendo que la vida es un “esperpento”.
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